
ORCE, cuna de los Primeros Pobladores de Europa
La Villa de Orce se sitúa en el apéndice norte de la provincia de Granada, en el límite con Almería. Tiene una población de 1.475 habitantes, repartidos entre el casco urbano y las pedanías de Fuentenueva, Venta Micena, y Pozo de la rueda.
Orce es, quizás, el pueblo más conocido del Altiplano de Granada, gracias a los hallazgos paleontológicos descubiertos en sus pedanías. Aquí se han encontrado una de las mayores concentraciones de fósiles de fauna del Pleistoceno de toda Europa, así como indicios de la presencia de los primeros homínidos que poblaron el continente europeo hace casi 1 millón y medio de años, y cuyas muestras se pueden contemplar en el Centro de Interpretación Primeros Pobladores de Europa Josep Gibert.
La localidad es rica, tanto en vestigios árabes, reflejados en su imponente y neurálgico castillo y en sus barrios moriscos, como cristianos, manifiestos en las casas palaciegas y el urbanismo del centro. Está rodeado por barrios enteros de casas-cuevas, unos singulares hábitat excavados directamente en la roca, que fueron durante siglos la vivienda popular por excelencia, y que propician un paisaje urbano especialmente singular.
Es en Orce dónde se encuentran las huellas de los más antiguos pobladores de Europa. Aunque sólo se ha excavado una diminuta parte, sabemos que sus yacimientos prehistóricos son de valor incalculable ya que constituyen uno de los depósitos más importantes del mundo, solo comparables con algunos yacimientos africanos del valle del Rift. Albergan una gran acumulación de fósiles de fauna y piedras talladas que prueban la presencia de homínidos en estos parajes hace más de 1.400.000 años. También existen en Orce asentamientos de la Edad del Cobre significativos, como el poblado del Cerro de la Virgen o la “fábrica de sílex” del Cerro de La Venta, expuestos en el Centro de Interpretación Arqueológico del Cerro de la Virgen de Orce.
Al igual que el resto de la comarca, Orce albergó algunas villas durante la época romana. En época musulmana, con el nombre de “Urs”, el territorio pasa a pertenecer a la Cora de Tudmir y, por la importancia estratégica de su emplazamiento, a principios del siglo XI comienza a construirse la Alcazaba de las Siete Torres, plaza fundamental en la avanzadilla del Reino Nazarí. Tras un periodo de contiendas entre musulmanes y cristianos, Orce es entregado definitivamente a Fernando el Católico en 1488, años antes de la toma de Granada en el año 1492.
Villa ganadera por excelencia, llegó a alcanzar en el siglo XVIII una cabaña tan importante que le convirtió en uno de los pueblos más prósperos de toda la región.
Viviendas trogloditas (Casas-cueva)
No se sabe cómo surgió este tipo de hábitat, pero el hecho es que ha sido el más habitual entre la población, a excepción de la clase social elevada, hasta hace poco.Estas curiosas viviendas, excavadas a pico en la roca, contaban inicialmente con solo dos o tres dependencias, las mínimas para unas condiciones de vida bastante exiguas. A medida que crecían las necesidades y posibilidades familiares, se ampliaban. Tras una época en la que fueron muy infravaloradas, han comenzado de nuevo, en los años 80, a despertar el interés de forasteros y de familias de la zona que habían emigrado, como segunda residencia. Hoy son objeto de magníficos proyectos de remodelación y una alternativa de alojamiento de gran interés turístico. Son muy confortables y conservan en su interior una temperatura natural que oscila entre los 15 y 17 grados y que prácticamente no varía en todo el año.
Orce para disfrutar sus fiestas y tradiciones
Orce es un municipio para “Vivir y Disfrutar” donde su entorno natural, su gastronomía, sus tradiciones y un nivel de servicios públicos muy notable hacen de Orce “un buen lugar para vivir”.
Una de las singularidades de Orce son sus fiestas, donde lo religioso, lo histórico y lo mundano se entremezclan. Las festividades más emblemáticas de Orce son sus Fiestas de San Antón y San Sebastián. Se celebran del 16 al 20 de Enero y las protagoniza una variopinta mezcla de personajes: los Soldados, los Danzantes, el Cascaborra, el Paje, los Moros y los Cristianos. Los días se suceden acompañando a los Patrones desde sus respectivas ermitas, con bailes de bandera, desfiles, colaciones, verbenas y sartenadas de migas. Bailan los danzantes y se recitan los vítores, unas “coplillas” en tono carnavalesco.